Duna, ha sido lo mejor que me ha pasado en mi vida. Siempre ha estado ahí cuando he estado triste o contenta. Dormía con nosotros, bueno, nosotros con ella... cuando nos dejaba un sitio. Veíamos juntos la tele e incluso le gustaba navegar por internet, porque nos robaba el teclado y se espanzurraba encima. Creo que salió informática como yo, porque dormía encima de mi monitor cuando tenía el de tubo de imagen grandote.
Hay gente que no entederá que esté llorando a todas horas y triste, al fin y al cabo es un animal, dirán. Pero para nosotros no era sólo un animal, era parte de nuestra familia. Para nosotros era como nuestra hija.
Pensad en alguien que está a vuestro lado siempre, estés triste o alegre, que siempre te da su cariño sin pedir nada a cambio, con quien convives las 24 horas del día y te escucha cuando tienes algo que contar... ahora imaginaros que es un gato. Lo entendeis??
Duna, te querremos siempre y nunca te olvidaremos. Has dejado un gran vacío que nada ni nadie podrá llenar nunca. Gracias por todo.
